En este período se refleja un nuevo objetivo que tienen los medios de comunicación. Previo a esta época la única finalidad era informar sin fines de lucro. Desde 1949 la información empieza a convertirse en una mercancía, a favor de un partido político y preocupándose sólo por un interés personal dejando a un lado el verdadero significado de informar y ser informado, con el propósito de beneficiar los intereses de quienes la divulgaban.
Por lo que ocurre una serie de sucesos que marcan en sí, esta época tan importante para el periodismo y su desarrollo.

lunes, 27 de junio de 2011

LA PUBLICIDAD EN LA TELEVISIÓN Y EN EL CINE

      

La publicidad en la televisión con lo que respecta a  los años 60, comenzó únicamente con los productos que disponían de comerciales para uso internacional, con cuñas adaptadas al mercado local; estos comerciales eran presentados a través de proyectores y grabadoras de sonido. Para  esto en Guayaquil se inauguró la agencia Norlop en 1962 por Presley Norton y  Alfonso López  y Publicidad Uno inaugurada por Jorge Sosa en Quito.
Al final de los años 60 la agencia Norlop produce un comercial para cola Tropical. “El director era argentino, las modelos 2 peruanas que se hallaban de paso y la cámara una antigüedad alquilada en  Colombia. Se reveló en México y se editó en  la moviola  de Gabriel Tramontana con música pirateada. El precio final: US$1.200(18.000 sucres, increíble para entonces). Francisco Solá el nuevo colaborador de la agencia Norlop considera que esta fue la primera producción nacional.” (Corral Gustavo,“3D” Tres Décadas de la Publicidad,p.76).
Luego de algún tiempo ya empiezan a surgir nuevas producciones, es decir, las primeras cuñas hechas en Ecuador y fueron filmadas en blanco y negro. Estas  cuñas eran  películas que se procesaban íntegramente en el país y en la productora perteneciente a  Agustín Cuesta Ordóñez en la ciudad de Quito.  El costo de estos primeros comerciales nacionales hechos en cine fue más o menos  250 y 400 dólares. Después apareció una nueva herramienta que disminuiría los costos, aunque también sería de baja calidad y rudimentaria, para este tiempo  se habla ya del videotape. Este fue valorado por muchas agencias y clientes que competían por precios bajos y rapidez en la producción, y así este nuevo sistema se fue acoplando a la rama de la publicidad.
En esta época se consideraba a los comerciales como muestrarios de efectos especiales computarizados, cada vez más el cine, el videotape y el manejo computarizado de la imagen y el sonido permiten volver al objetivo inicial que fue la creación artística, y así valorar la producción cinematográfica. 

Fuente: Corral Gustavo,”3D” Tres Décadas de la Publicidad,p.76

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